Ictus/ACV – Accidente Cerebrovascular
ICTUS
Se destingue dos formas de ACV
Isquémico (debido a la falta de aporte sanguíneo a una determinada zona del cerebro).
Hemorrágico (rotura de un vaso sanguíneo).
Una actuación rápida ante los primeros signos es imprescindible para que el inicio del tratamiento sea inmediato y así reducir el riesgo de secuelas severas.
Los pacientes que han sufrido un ictus pueden presentar déficits motoras, sensoriales, visuales, del lenguaje, alteraciones neuropsicológicos y psico-emocionales que requieren un tratamiento específico e intensivo.
Alteraciones motoras:
Hemiparesia
Falta de coordinación y equilibrio
Pérdida de movimientos selectivos
Pérdida de control motor y/o debilidad
Espasticidad: es uno de los problemas más frecuentes tras un ictus. Se desarrolla de manera gradual y aunque no siempre causa molestias, puede interferir con la rehabilitación y las actividades de la vida diaria (comer, vestirse, asearse) y ocasionar otras complicaciones, como dolor, contracturas dificultad en la marcha.
Hombro doloroso: Hasta un 72% de los pacientes experimentan al menos un episodio de hombro doloroso durante el primer año. Un buen manejo de parte de los cuidadores y el posicionamiento adecuado son imprescindibles para prevenir o reducir el dolor.
Alteraciones sensoriales – en el tacto, propiocepción
Alteraciones en el lenguaje (afasia, disartria) y en la deglución (disfagia)
Afectaciones cognitivas – pueden ser generales (enlentecimiento en el procesamiento de la información), o específicos de algunas áreas (orientación, atención, memoria, flexibilidad mental, planificación y organización, apraxias).
Alteraciones visuales – a veces, los pacientes que han sufrido un ictus presentan alteraciones visuales que puede suponer un riesgo p.e. para conducir. Es necesario valorar la hemianopsia ( pérdida parcial o total de los campos visuales de los ojos).
Alteraciones psico-emocionales y conductuales – depresión, ansiedad, labilidad emocional, cambios conductuales.
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Preguntas Frecuentes
Como todo tratamiento en nuestro centro, es individualizado e intensivo, mínimo de una hora de duración. Se evalúa y trata de forma continua la problemática especifica de cada persona guiándonos por los objetivos acordados con paciente y familiares. Buscamos la máxima independencia en la vida cotidiana y la rehabilitación de todas las afectaciones.
Fisioterapia basada en el Concepto Bobath, Facilitación neuromuscular propioceptiva (PNF), ejercicios de control de tronco y equilibrio, Neurodinámica, entrenamiento aeróbico, estiramientos de forma sostenida, estimulación sensorial y propioceptiva, estímulos mecánicos como la vibración, movilidad activa y/o pasiva, terapia de espejo, realidad virtual, bipedestador, cinta de andar. Logopedia para trabajar trastornos del habla y de la deglución, Neuropsicología y Musicoterapia neurológica completan la rehabilitación.
El objetivo principal es mejorar la autonomía y la participación del paciente en las actividades de la vida diaria, mejorando su calidad de vida. Informar y asesorar a paciente, familia y cuidadores respecto a la patología y cómo formar un equipo rehabilitador, priorizando cuidar activando y estimular al máximo posible durante todo el día. Mejorar la fuerza muscular, la propiocepción, la resistencia y la flexibilidad. Disminuir la espasticidad y actividad involuntaria, facilitando movimientos dirigidos Mejorar el equilibrio, la estabilidad postural, la marcha y la coordinación. Prevenir las contracturas musculares y deformidades articulares. En el caso necesario – recibir asesoramiento sobre ortesis, férulas u otras ayudas técnicas. Recuperar el habla, una deglución segura y la mímica. Mejorar aspectos neuropsicológicos como la atención, la memoria, apraxias y alteraciones conductuales y emocionales.